La importancia de nuestra relación con los demás

Los sueños de amor

Soñar con estar con otra persona, con compartir la vida con ella, es del todo lícito. 

No solo eso, es lo más natural. ¿Para qué íbamos a estar en este mundo si no es para compartir nuestra experiencia?

Los sueños de amor no solo son los más naturales, también son los más accesibles... 

Como explicamos en el apartado "lo que la ciencia demuestra", los sueños no pertenecen al mundo físico y medible, como tampoco pertenece a este ámbito el amor. Esto significa que los sueños de amor son perfectamente alcanzables dentro de este espacio sin límites que los envuelve, de hecho, el amor, en este ámbito, es una base estructural del Universo.

¿Por qué entonces algunos de esos sueños no se cumplen?

Los detalles de la respuesta a esta pregunta están explicados ampliamente en "el juego de los sueños", pero si podemos añadir que la clave para que estos sueños se cumplan radica en que estas relaciones deben basarse en el amor.

Sin ánimo de desarrollar este tema, las relaciones humanas se basan en distintos tipos de condicionantes y fuerzas de atracción, el amor solo es una de ellas. El problema es que muchas de las relaciones que tenemos no se construyen inicialmente en el amor debido a que los condicionantes externos son demasiado intensos para darnos cuenta de ello, de hecho, una de las relaciones más genuina es la relación entre madres e hijos e hijas, puesto que se inicia en una base pura de amor.

Lo que sucede es que en muchas ocasiones se confunden las fuerzas de atracción y la combinación entre ellas con el amor.

SARTRE

“Aquel que quiere ser amado, debe querer la libertad del otro, porque de ella emerge el amor, si lo someto, se vuelve objeto, y de un objeto no puedo recibir amor.”

Jean Paul Sartre

Es posible estar con quien nosotros queremos, es posible compartir y amar a alguien, él o ella está vibrando con nosotros, solo tenemos que sortear los obstáculos para alcanzarle.

Bases de la relaciones humanas

Las relaciones humanas se basan por una parte en algún tipo de fuerza de atracción entre los unos y los otros y solo somos conscientes de una parte de esas fuerzas. Esas fuerzas son: la seguridad (miedo), la supervivencia, la atracción física y el amor (muchas veces se confunden la seguridad y la atracción física con el amor, lo que provoca desajustes muy grandes en las relaciones con el paso del tiempo, puesto que, en general, la consciencia evoluciona con el tiempo, más conscientes somos, más dependen nuestras relaciones del amor).

Además de esas fuerzas, que son predeterminadas, también existe la decisión, es decir, lo que hacemos por voluntad propia, el compromiso.

Estas son las bases generales de la mayoría de las relaciones, aunque el amor suele formar parte en un tanto por ciento que va evolucionando con el tiempo.

Los sueños de amor son posibles, siempre que sean de amor, es decir, incondicionales y en el sentido de la otra persona.

Los sueños que se construyen sobre bases de seguridad, supervivencia, atracción física o compromiso, tienen un componente de control y /o posesión con respecto a otra persona, esperamos algo de alguien... esto no esta mal, solo que no es amor, y los sueños se basan en la libertad, con lo cual no son posible en esos casos.

Controlar o poseer a alguien no es un sueño de amor porque viola el principio de libertad, por lo tanto esta persona nunca nos amará.

Amar, compartir con una persona, es un gran sueño. 

Compartir

Puedes necesitar tiempo, puedes necesitar dinero… esto se consigue, trabajando o vendiendo una parte de ti misma, puedes vender tu tiempo para conseguir dinero para tener más tiempo para gastar el dinero que no tienes, eligiendo entre tiempo y dinero… ahogada, sin aliento… corriendo para más, para sobrevivir, para no morir, muriendo día a día, poco a poco y sin remedio. Puedes inventar lo que quieras para justificar tu supervivencia, puedes darte las excusas que quieras para dar respuesta a tus miedos...

Pero no te olvides que hay algo que nada ni nadie puede quitarte, esos son tus sueños… y como los sueños no dependen del tiempo te pueden devolver la vida en una fracción de segundo, en el metro, en el ascensor, en la cama antes de dormir, agotada por el día que has tenido.

Y tampoco te olvides, compartir tus sueños es lo único que tienes de verdad, lo demás puede desaparecer en un instante, sin que tu puedas hacer nada.

Y para compartir solo necesitas ver a aquella persona especial para ti, con la que puedas estar, hablar y soñar… más allá del tiempo…

Compartir tus sueños con esa persona, con esa presencia, es lo único que tienes, lo único que realmente es tuyo, fuera del tiempo, más allá del dinero.

No lo desperdicies…

Y si esta persona está en tu vida, cuídala mucho, porque esto si es raro, esto si tiene valor, y ni todo el tiempo del mundo puede sustituir a una persona, ni todo el dinero del mundo puede darte la felicidad de compartir un breve instante con otro ser.

Y a la hora de construir tu realidad recuerda esto, mira lo que el tiempo y el dinero te quita y lo que el amor te da, así que cuida tus prioridades, porque algunas te matan y otras te dan la vida.

Y sobretodo, no te olvides que no tienes que pedir permiso a nadie para ser quien eres, para hacer lo que tu quieres, si es así... no sueñes, porque en tu libertad se fundamentan tus sueños, y en caso de duda recuerda a Teresa de Jesús que dijo aquello de "más vale pedir perdón que pedir permiso"...